El destino

15 de abril de 2025

“El destino baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.» William Shakespeare
La vida no consiste en tener buenas cartas (aunque también ayuda), sino en las que tengamos, jugarlas bien.
Porque la vida no se dibuja en unas cartas; sino en nuestra propia realidad, en nuestra experiencia, en nuestras vivencias, en nuestros conocimientos, en nuestra actitud. En el día a día, que nos va poniendo pruebas y retos para probarnos como personas. Aunque también, existen casualidades y/o hechos inverosímiles que nos encanta identificar como una especie de “magia inexplicable” y que forman parte de nuestro destino.

Hace ya más de un año que empezó esta dichosa pandemia llevándose por delante (y sigue) a millones de personas de todas las edades, personas desconocidas, amigos, familiares … generando en nosotros un auténtico descontrol donde emociones como la tristeza, la angustia, el miedo, la incertidumbre, han calado en hondo en nosotros, originando cambios en nuestra manera de pensar, de sentir, de actuar.

Hoy, todos somos un poquito más conscientes de como, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, nos puede cambiar la vida, sin un retorno, sin poder volver a atrás. Del pasado, sin duda, se aprende, y mucho, pero no podemos retroalimentarnos de este continuamente, ya que, para salir adelante, hay que vivir el presente, poner tu vida en el centro, aceptar y avanzar. No es fácil, pero tenemos que asumir nuestro centro de mando, con seguridad y confianza, fortalecer nuestro presente, porque es lo único que, en cierta medida, podemos controlar.

Pero también, en estas situaciones, aparecen oportunidades; nace una “oportunidad” que conecta todos esos puntos que te has ido forjando durante todos estos años (muchos de ellos sin ser consciente). Y parece que siempre han estado ahí, esperando a que apareciera “ese algo” para conectarse. Es entonces, cuando descubres que, a pesar de las adversidades, hay que estar siempre abiertos a aprender, porque si lo estamos, vamos a ser capaces de tomar decisiones valientes, de pactar con esa incertidumbre que aparece sin avisar, y esa “magia inexplicable” (que mencionaba antes) se pueda transformar en realidad.



¿Qué me deparará el destino?.

Gran pregunta sin respuesta, nadie lo sabe. Eso sí, cuando el destino baraje las cartas, ten claro que tú eres el que juegas, y así, cómo tú lo hagas (tu estrategia personal), será clave para conseguir tú propósito de vida 😉