Hola, ¿alguien me escucha?

16 de abril de 2025

“No esperes a que te toque el turno de hablar: escucha de veras y serás diferente”. Charles Chaplin
Hay muy pocas personas que tienen la habilidad de saber escuchar, porque la mayoría creen que escuchar es esperar a que la otra persona termine de hablar para entonces soltar su discurso que ya lleva un rato pensando. Y no se puede estar escuchando y pensando la respuesta a la vez, porque careces de toda la información, tómate el tiempo para responder, no te precipites.
¿A qué te ha pasado más de una vez?

Habla menos y escucha más. ¡Tú decides!.

Uno de los mayores anhelos del ser humano es el deseo de ser comprendido y escuchado por alguien que le entregue su tiempo para escucharle, acogerle y acompañarle cuando está contando algo, bien acerca de un tema personal, social, laboral o de otro tipo.



Cuando de verdad te sientes escuchado, la sensación es maravillosa, ya que la armadura protectora/defensora que todos nos ponemos cuando salimos de casa para enfrentarnos a cualquier tipo de situación conocida o desconocida, se empieza a abrir, y se asoma tímidamente esa voz interior que todos tenemos y que tan pocas veces sale por miedo a sentirnos atacados. Cuando te encuentras con una persona que escucha de verdad, en ese momento, te sientes seguro, protegido, tu confianza y autoestima aumentan, das lo mejor de ti mismo, en una palabra CRECES. Y esa conversación se convierte en un momento mágico, porque los dos estáis dando lo mejor de cada uno.


El mundo frenético en el que vivimos, hace que cada uno vaya a lo suyo y por desgracia, hay muy pocas personas que tengan y/o desarrollen la habilidad de escuchar a todos los niveles (6 niveles de escucha: entender – atender – respetar – confiar – crear cercanía – ayudar).

No sé si conoces la frase: <<Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos menos>>, pues si no la conocías, ahora ya sí, así que ya no tienes excusa para ponerla en práctica. Te aseguro que los beneficios que obtendrás merecerán la pena.


Las personas que saben escuchar suelen ser:

  • Seguras de sí mismas. Saben escuchar a su voz interior y eso les permite desarrollar la empatía para escuchar a los demás.
  • Son personas valientes y fuertes, capaces de permanecer en silencio, para escuchar y considerar las ideas de los demás.
  • Son capaces de “apagarse a sí mismas” para dejar de interpretar, antes de terminar de escuchar. En general, nuestro ego grita tanto que no nos deja escuchar lo que la otra persona está diciendo. Y aquí está la clave, debemos comprender que escuchar es un hábito a adquirir, hasta el punto de hacerlo de manera automática.
  • Son capaces de empoderar a la persona que está hablando, ya que la escuchan a todos los niveles y la persona se siente respetada y en confianza para hablar, decir y/o comentar.
  • Tienen una gran capacidad de atención. No caen en las redes del bombardeo de mensajes y anuncios que continuamente recibimos en el día, que nos ponen la cabeza como unas maracas y consumen nuestra energía. La capacidad de atención es un bien muy escaso y quien la tiene, tiene un verdadero tesoro.
  • Son personas discretas, hablan cuando tienen que decir algo, no hablan por hablar. Hay gente que todavía cree que el que habla más y más alto, sabe más y/o tiene todas las respuestas. Y esto es un error gravísimo, tenlo presente en las conversaciones que participes.
  • Son personas generosas que regalan su tiempo de calidad a los demás. Estoy convencida de que hay gente, que a lo largo de su vida, no ha tenido la suerte de ser escuchada de verdad. Y te preguntarás ¿y cómo es eso? Pues muy fácil, porque la mayoría de nosotros estamos muy ocupados e increíblemente embriagados con nosotros mismos y no nos percatamos de lo que pasa a nuestro alrededor, salvo que nos interese o nos afecte de algún modo. Hay muy pocas personas altruistas para la escucha.


Saber escuchar y comprender a los demás es un verdadero regalo para el que lo recibe, ya que lo estás honrando como persona, pero también para ti, porque aprendes y te enriqueces.


Todo el mundo es capaz de escuchar (unos mejor que otros, por supuesto), pero como todos los hábitos, una actitud, y como tal, podemos en mayor o menor medida, hacerla propia o ignorarla. Si me permites mi opinión (por experiencia propia) la satisfacción de hacerla propia es infinita, así que ya sabes, ¡de ti depende!