La vida no espera a nadie
La vida no espera a nadie, allá donde vayas llévate a ti mismo porque la vida regala momentos hermosos que no sabemos cuándo van a ocurrir, esa es la magia. Quizás sea una casualidad, no lo sé, nadie lo sabe, pero esta foto es real, allí estaba yo, en el momento oportuno, acariciando el sol con mi mano, disfrutando de la naturaleza en vivo y en directo.

Ojalá todos fuéramos capaces, algún día, de disfrutar, agradecer y respetar la belleza que nos brinda todo lo que nos rodea. Para eso tenemos que vivir despiertos, aprovechar y entregarnos a esos pequeños momentos que nos regala la vida, porque la vida no se detiene, solo te paras tú. Y si hay algo que te preocupa, que no te deja avanzar, no te resistas, porque persistirá, corre a su encuentro, enfréntate a él, se valiente, no te escondas en: “Es cosa del destino”, si dejas tu vida en manos del azar, en ese momento, perderás el control.
El destino depende de las opciones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida. No existe el acierto absoluto, ya que las decisiones dependen mucho del momento de la vida en el que nos encontremos; en la forma de pensar, de sentir, de actuar y de relacionarnos con los demás. Encontrar la armonía es clave para vivir feliz.
Si hay algo que a mi me funciona, es fijarme objetivos. Los objetivos generan esperanza y energía positiva. Te ayudan a vivir con sentido y de manera productiva. ¡Sueña a lo grande! Nos han enseñado a quedarnos pequeños en lugar de soñar a lo grande y debido a esto hemos perdido la noción de lo que somos realmente, ya que hemos desconectado de nuestra naturaleza esencial, enterrado lo mejor de nosotros mismos bajo capas de inseguridades, dudas, miedos y esto, ¡no puede ser! Si queremos conseguir nuestro objetivo, tenemos que romper o saltar esta barrera y dar un pasito más, sentir que “nos pica por dentro, que se remueve nuestro interior”. Si visualizas el objetivo que quieres conseguir y te entregas a él, te resultará más fácil, pero recuerda, necesitas una dosis alta de ilusión, voluntad, disciplina y esfuerzo para conseguirlo.
Vivir con intensidad, respetando a los demás, merece la pena.